Según el favor del viento va navegando el leñero, atrás quedaron las rucas para entrar en el puerto; corra Sur o corra Norte la barquichuela gimiendo, llorando estoy, según el favor del viento, me voy, me voy.
Del Norte viene el pellín que colorea en cubierta, habrán de venderlo en Castro aunque la lluvia esté abierta, o queme el sol de lo alto como un infierno sin puerta, llorando estoy, o la mar está revuelta, me voy, me voy.
En un rincón de la barca está hirviendo la tetera, a un lado pelando papas las manos de alguna isleña, será la madre del indio, la hermana o la compañera, llorando estoy, navegan lunas enteras, me voy, me voy.
Quisiera morir cantando sobre de un barco leñero, y cultivar en sus aguas un libro más justiciero, con letras de oro que diga no hay padre para el isleño, llorando estoy, ni viento pa su leñero, me voy, me voy.