El hombre del tiempo dice que del cielo va a llover maná. Lluvia de tripas, tripas en llamas clamando piedad.
La Familia Lagarto predica en el desierto del Sahara, predica con el ejemplo.
Y a mí me gustaría ser mi perro, tan feliz, tan feliz. Con tan poquitos deseos, tan feliz, tan feliz. Y sin tener que trabajar, tan feliz, tan feliz. Me gustaría ser tu perro, tan feliz, tan feliz.
Tus manos de niña no pueden tapar la espita del gas. Abriste la llave, ahora ya nada, nada será igual.
Mi rabo clavado en el suelo me impide salir volando de aquí. Guau!
Llámame, y haz algo grande por mí. Cógeme y hazme un perro feliz. Muérdeme y hazme un perro feliz. Sílbame y estaré junto a ti.