Tu efervescente admirador está en el suelo deshaciéndose a tus pies, está gimiendo por un poco de calor, por un helado de corazón, golpe tras golpe de corazón, de tu helado de corazón.
No pases nunca bajo ese árbol, que yo lo hice y desprendió como un polvillo que me produjo varias fracturas y me volvió efervescente.
Tu efervescente admirador está en el suelo, está temblando de emoción, de frío y miedo.