Hoy me ha tocado tu mirada justo encima de las tripas. Una suave pincelada, mantequilla derretida. Mirarte desde este ángulo me está volviendo loco, abrázame como si hubiera un terremoto.
Nena, no espero que me digas nada importante o ingenioso, sólo quiero que me aprietes contra tu pecho poco a poco. Voy a cogerte, voy a abrazarte y a sacarte todo el jugo, tú tienes todo lo que necesito en este mundo.
Quisiera tener una memoria fotográfica, mi niña, para no perderte ya de vista ni de noche ni de día. Mirarte desde este ángulo me está volviendo loco, abrázame como si hubiera un terremoto.