Esto fue lo que ella me dijo una vez: -¿Cómo puede llegar a matar alguien normal?- Pero últimamente, cuando toma una copa de más, me amenaza de muerte, y yo sé que es capaz. Y ahora que ya se ha ido lo está susurrando mi voz: No es tan largo el camino ni tan lento el dolor.
Y fui a pedirle consejo al viejo fakir. Dije: -Muéstrame el sitio donde debo dormir-. Él me daba la espalda para hablar y en sus llagas, de pronto, encontré la verdad. Y me dijo: -En la guerra, saber ser un buen perdedor es más importante que la paz y que el amor-.
Y pregúntale al hombre del quiosco que mira al mar. Pregúntale a la mujer que jura ser Lady Di. Pregunta a cualquiera, que todos ellos te dirán: -Cuando hayas acabado no habrás hecho más que empezar-.
Y amor mío, en la guerra, saber ser un buen perdedor es más importante que la paz y que el amor. Mucho más importante que la paz o el amor. Y recuerda, amor mío, bajo el sol no es tan largo el camino ni tan lento el dolor. Tan largo el camino, tan lento el dolor.