Ya estalló el conflicto y no preguntarán: ¿Estáis listos? ¿Listos para marchar?
Oíd saludos desde el Cielo, saludos desde el Fin. Hoy Bambino y el viejo Konstantino beben y hacen el amor (y nosotros aquí).
No hay guerra mundial, no hay droga capaz de acabar con esta obsesión. Nos veremos en la gloria y quizás allí descubramos la canción que nos traiga la paz. Se libra otra batalla y el tedio es mortal. A este día seguirá otro igual.
Y tú, de pie en la puerta, me preguntaste así: -¿Adónde vamos?- -Más al fondo-, respondí. (Y obviamente luego me hundí más y más.)
No hay guerra mundial ni arma química capaz de matar algo tan intenso. Cantaremos con las víctimas un blues que suene de aquí a la eternidad y nos traiga la luz.
Otra noche más creyéndome el capitán Ahab...
No, no hay guerra mundial, no hay droga capaz de matar todo este dolor. Nos veremos en la gloria y quizás allí descubramos la canción que nos traiga la paz.