Otro Domingo sin historia, el frĂo que todo lo abriga en los carteles arrancados de conciertos atrasados, en los letreros de las tiendas que anuncian cese de negocio, y en los semĂĄforos en rojo de carreteras desiertas.
He facturado un tequiero para que hoy viaje a tu encuentro, para que llegue hasta tu puerta solamente con lo puesto. He facturado un deseo a las caderas del cielo. SĂłlo cuando estoy contigo siento que vuelvo a estar conmigo.