Siempre una bonita canción, debe llevar un bonito nombre Yo suelo ponerle el de la mujer que me inspiró Sientes, que la vida es diferente Y su mirada tan ardiente;
Como la leña en el fuego, la sal en las heridas Cuatro filas bien seguidas, o nuestra boda en el sol
Y ya no sé, si por naturaleza, O por to lo que mi madre ha luchao por mí, Que ya no hay pájaro en mi cabeza, Ni castillos ni princesas, ni aquella alergia a las fresas, Ni recuerdos para ti.
Y desde mi ventana son más bonitas las noches Tu eres mi cenicienta y todas las estrellas son de colores Y desde mi ventana aún lloran los cantaores Desde aquella triste tarde, en que murió el arte con Lola Flores
Siempre una bonita canción, debe tener un bonito final Puede ser alegre o tan triste que.......nos haga llorar
Como llora ese ángel en la trena, Que está cumpliendo condena Por aplaudir cuando baila El viento debajo de tu falda Los celos y los amores Del que a hierro muerte y mata
Y dijo un Rey, que el dinero no da la felicidad Y yo digo que es una sensación tan parecida Que por mucho que lo intento, haga sol o sople el viento Esté llorando o esté contento, no logro diferenciar
Y desde mi ventana son más bonitas las noches Tu eres mi cenicienta y todas las estrellas son de colores Y desde mi ventana aún lloran los cantaores Desde aquella triste tarde, en que murió el arte con Lola Flores
Y dicen, y dicen por ahí, Que el amor no se compra Que las rosas son rojas Y que tu cuerpo es pa mí
Compositor: Ramon Melendi Espina ECAD: Obra #2456467