ÂĄCĂłmo decirte lo que siento cuando el silencio duele tanto! Hasta el reloj con su tic-tac me desespera, cada segundo es una hora. Es tan difĂcil levantarse casi con ganas de morirse. Y tĂș me miras como empezando a despreciarme. No tienes nada que decirme.
Porque no ha sido nunca fĂĄcil toda una vida junto a ti. TĂș no has querido ser un cĂłmplice, al menos para mĂ.
Si quieres castigarme, tĂș puedes castigarme, pero dame una esperanza, por favor. OblĂgame a entenderte o a ayudarte a olvidarte, todavĂa estoy a tiempo de salir de esta vida que se muere sobre mĂ.......
Es imposible ser distinto cuando la vida se repite y las costumbres se convierten con el tiempo en un tormento insoportable.
Si quieres castigarme, tĂș puedes castigarme, pero dame una esperanza, por favor. OblĂgame a entenderte o a ayudarte a olvidarte, todavĂa estoy a tiempo de salir de esta vida que se muere sobre mĂ...
Y nuestro tiempo es como arena entre los dedos, y pasan los momentos como va pasando el viento. Castigarme...
Si quieres castigarme, tĂș puedes castigarme.
Si quieres, si puedes castigarme, castigarme...
Castigarme, puedes castigarme... pero dame una esperanza por favor..