Sueño un cementerio de campaña y yo allá, al pie de un gran cerezo en flor y sin edad. Por reposar un poco -dos, trescientos años- justo por calmar asì mis desengaños.
Sueño despertarme y encontrarte cerca, intacta, y conservando tu bikini rosa, no más bandera de un vivisimo tormento, tan sólo el ornamento de una bella esposa.
Mas, ¿cuál es el color de una triste jornada? Mas, ¿cuál es el sabor de una vida sin nada?
Mas, ¿cuál es el color de una triste jornada? Mas, ¿cuál es el sabor de una vida sin nada?
Sueño que me abraza una amiga buena que no quiere que recaiga sobre mí la pena que la apena, y gente justa que rehúsa darse toda al fácil entusiasrno e ideología a la moda.
Mas, ¿cuál es el color de una triste jornada? Mas, ¿cuál es el sabor de una vida sin nada?
Mas, ¿cuál es el color de una triste jornada? Mas, ¿cuál es el sabor de una vida sin nada?
Sueño a mi país al fin maravilloso y un río de agua limpia al lado de la casa, y no soñar con esa tierra prometida huyendo siempre de aquella otra malnacida.
Mas, ¿cuál es el color de una triste jornada? Mas, ¿cuál es el sabor de una vida sin nada?
Mas, ¿cuál es el color de una triste jornada? Mas, ¿cuál es el sabor de una vida sin nada?