Son años pasados presentes en mí, era allá en Santiago y te conocí. Sería en el parque, yo creo que sí, dieciocho en septiembre te veo venir.
Con paso seguro traes el color y el campo de Chile te llena la voz. Estudiante quieres hacer lo mejor, tu chaqueta humilde sabe del dolor
del que llega un día de verdes montañas y habita la pieza de una casa extraña, no recuerdo el nombre de la población. Con tu risa franca me siento mejor.
Será en los momentos de todo buscar que el teatro alimenta tu sed de crear. El canto del pueblo, la vida, el amor, orillando el río se rompe mi voz.
Escenario humilde donde el Cuncumén sabe que ha encontrado al fin su clavel, cantando tonadas que saben querer bailando la cueca hoy te vuelvo a ver.
Decía la Viola que Víctor hacía hablar la guitarra, brotar poesía, cantando a lo humano con el guitarrón era joven sabio del verso mayor.
El tiempo nos pasa, nos llena de amor, la bella Joanita te dio el corazón. Será con tus hijas, será con Amanda que cambie tu vida, que encuentres la calma.
Un día decides, será aquí en la Peña, que ponga mi canto junto a mi bandera. Son años de lucha, son años de hacer, la patria que espera volver a nacer.
No sé cómo puedes cambiar de lugar con tanta paciencia, tanto trabajar, oír a los otros, cantar y enseñar, tomarte un tecito junto a los demás.
Quien a tu guitarra le vio su razón mordió las raíces de Nueva Canción. Cuando el pueblo dijo canción combatiente, te cantaba entonces, te cantará siempre.
De nuevo es septiembre, dolor que se siente, es de madrugada, te espera la muerte. No habrá más consuelo para este dolor. No habrá nunca olvido por lo que pasó.