(recitado) Se alargan las graves cadencias de un tango, un mĂstico soplo recorre el salĂłn... Y rezan las tristes princesas del fango plegarias que se alzan desde un bandoneĂłn.
Mi copa es tu copa, bebamos, amiga, el bello topacio del mágico alcohol. La sed que yo tengo me quema la vida, bebiendo descansa mi enorme dolor. Tu rubio cabello, tu piel de azucena, tu largo vestido de seda y de tul, me alegran los ojos, me borran las penas, me envuelven el alma en un sueño azul.
Princesa del fango, bailemos un tango... ÂżNo ves que estoy triste, que llora mi voz? Princesa del fango, hermosa y coqueta... yo soy un poeta que muere de amor.