Cuando clavaste tus ojos en mí un misterio fatal presentí. Luego una cita y un beso de amor y después el dolor del adiós. ¿Por qué tus ojos me embrujaron? ¿Por qué? Si tu tenías que alejarte después. Sólo me queda el recuerdo glacial de tus ojos de sombra y cristal.
Por unos ojos negros no tiene paz mi vida... y sólo sé desearlos más y mas, soñarlos, y después llorar, llorar... ¡Por unos ojos negros las penas cubren mi alma!... ¡Qué larga que es la calle del dolor, buscando sin cesar tu amor!
Eran tus ojos dos llamas de luz y tenían tristeza de cruz... Eran espejos de sombra y dolor donde quiso mirarse el amor. ¿Por qué tus ojos me embrujaron? ¿Por qué? Si tu tenías que alejarte después. Sólo me queda el recuerdo glacial de tus ojos de sombra y cristal.