No siento tanto que mi vida es triste y sola cuando escucho en la victrola viejos discos de Gardel. Los tangos del ayer reviven sin querer amores marchitados por el tiempo y casi olvido que mis sienes están grises escuchando "Cicatrices", "Nunca más" o "Un tropezón". Y trae la emoción amarga del dolor el tango "No te engañes, corazón".
Dice la voz sentimental: "Mi Buenos Aires querido..." Y regresan los recuerdos de mis vueltas por la vida y de aquella vieja herida de un amor. En cada tango su huella... En cada tango mi estrella... Y por eso mi alma llora cuando escucho en la victrola discos de Carlos Gardel.
¡Los discos viejos me recuerdan tantas cosas! Calles viejas y barrosas que ha olvidado el corazón... La pálida canción con cálida emoción me lleva por la sombra de otro tiempo. Es un puñado de recuerdos desteñidos que del fondo del olvido vuelven hoy a revivir. Nostalgias de un querer, el barrio del ayer y rostros que ya nunca han de volver.