Cuando llegó, te oí reir cuando se fue, lloró tu son en tu teclado está, como escondida hermano bandoneón toda mi vida. Con tu viruta de emoción está encendida la llama oscura de tu ausencia y de mi amor. Cuando llegó, te oí reir cuando se fue, lloró tu sol.
Fueye, no andés goteando tristezas, fueye, que tu rezongo me apena. Vamos, no hay que perder la cabeza, vamos, que ya sabemos muy bien que no hay que hacer, que ya se fue de nuestro lao y que a los dos no has tirao en el rincón de los recuerdos muertos. Fueye, no andés goteando amargura Vamos, hay que saber olvidar.
Cuando llegó, cristal de amor. Cuando se fue, voz de rencor. Guardé su ingratitud dentro‘e tu caja y con tu manta azul le hice mortaja. Esa es la historia del castillo de baraja que levantamos a tu arrullo bandoneón. Cuando llegó, cristal de amor. Cuando se fue, voz de rencor.
Fueye, no andés goteando tristezas, fueye, que tu rezongo me apena. Vamos, no hay que perder la cabeza. Vamos, si ya sabemos muy bien que no hay que hacer, que ya se fue de nuestro lao, y que a los dos nos ha tirao en el rincón de los recuerdos muertos. Fueye, no andes goteando amargura. Vamos, hay que saber olvidar.