Cafetín, donde lloran los hombres que saben el gusto que dejan los mares... Cafetín y esa pena que amarga mirando los barcos volver a sus lares... Yo esperaba, porque siempre soñaba la paz de una aldea sin hambre y sin balas. Cafetín, ya no tengo esperanzas ni sueño ni aldea para regresar.
Por los viejos cafetines siempre rondan los recuerdos y un compás de tango de antes va a poner color al dolor del emigrante. Allí florece el vino, la aldea del recuerdo y el humo del tabaco. Por los viejos cafetines siempre rondan los recuerdos de un país y de un amor.
Bajo el gris de la luna madura se pierde la oscura figura de un barco. Y al matiz de un farol escarlata las aguas del Plata parecen un charco. ¡ Qué amargura la de estar de este lado sabiendo que enfrente nos llama el pasado!... Cafetín, en tu vaso de vino disuelvo el destino que olvido por ti...