Lindo es el sol de mayo, Tú eres más linda, porteña mala. El domingo de ramos En san ignacio por la mañana, Compré jazmines, jazmines blancos Y al decirle a tu parda Que te los diera, Me miraron las negras De la recova con cara extraña.
En tus negras pupilas Brilló el lucero de la mañana. A carmen, la mulata De san francisco, le di una carta Para tus manos, sin decir nada. Adentro iba un anillo De oro y de plata. Y carmen me la trajo la misma noche, Siempre cerrada.
Se nublaron tus ojos Bajo la sombra de tus pestañas, Y cuando fusilaron A aquel muchacho allá en la plaza De la victoria, vi que llorabas Y que el muerto tenía Jazmines blancos, Esos que yo te enviara, Entre sus manos ensangrentadas.