Me gusta caminar andar de a pie por mi ciudad. Con pasos libres de elegir con quien reír, con quien cantar. Mirar las cosas al trasluz del corazón y detener con la mirada, la ansiedad para gozar sabiendo ver. No desdeñar ningún camino donde se pueda presentir que hay un paisaje por abrir, algún milagro en qué creer, una verdad por descubrir, andando así: de a pie...
Trepar por las ventanas con la misma sensación de ser la enredadera que se asoma en el balcón. Llegar adonde el cielo mezcla un vuelo con el sol, donde aletean sueños con relámpagos de alcohol. Desnudar vidrieras con la fiebre entera. Tener facha de títere con alma de gorrión, para volar junto al cordón, pero de a pie.
Me gusta caminar, andar de a pie por mi ciudad. Y darme cuenta porque sí, con un bastón rubio de pan. Cruzar semáforos de a cien, con una luz en el ojal, para guiñar como un cartel, enternecer y encandilar Ser peatón cabal, sin peros. Y atravesar tanto trajín con la alegría de beber todo el color, mirar, seguir, sentir la piel de cada ser y caminar, así.