Debajo, alimentando el rencor, van testeando a los hombres por su forma donde estĂĄn. En las listas de los dioses y el señor de los colores pensaba en un frĂo examen animal.
Arriba, cotidiano y normal. Hoy en dĂa se desgarran por rencores del pasado y he empezado sospechando, y hoy estoy resignado, esperando que algĂșn dĂa esto caiga sobre mĂ.
No creo que a alguien le divierta. Yo creo que a nadie le divierte el dolor, y tener la lista de penas nuevas es lo que menos me hace falta de ti.