I En tu cuerpo de tatuajes adornados, hay recuerdos que no puedes ya borrar; mi retrato qu'en tus carnes estampado te persigue sin queriéndolo olvidar. ¡Pobre iluso, que soñé con tus encantos! Si un cariño no vivió jamás en ti: Fue tu antojo profesarle amor a tantos para luego abandonarlos; como a mí.
II ¡Me da pena, mujer loca; que al soñar con ese traje de caprichosos tatuajes no aprendiste a querer! Tu pecho ostenta los bustos de tus hombres engañados sin ver qu'en tantos pecados uno, te hará padecer.
I bis Pues en todos los momentos de tu vida soy la sombra que alejarla no podrás; se que manas mucha sangre de una herida, que algún día con dolor me lo dirás. Es un fuego que dejastes apagado, y qu'el soplo del destino lo encendió para verte entre las llamas de un pasado enseñándote a sufrir igual que yo.
II bis Aunque quieras, hoy no puedo darte un beso en esos labios; fueron tantos mis agravios que hasta el dolor olvidé. Y de volver a tu lado me haría falta coraje, tu amor está en el tatuaje y ese amor no inspira fé.