En Egipto Ramadán por la noche recolecta jazmín, para una prestigiosa multinacional. Aunque de muy corta edad, diez años no dan pa?más, sabe bien que su familia depende de él. Su trabajo es especial, su tamaño y rapidez ideal para aumentar la rentabilidad. Y cuando vuelvas a oler el jazmín sólo olerás explotación.
Ramadán está llorando, Ramadán ya no es un niño, Ramadán es carne de cañón. Su patrón es la cadena a la que le tiene atado el imperialismo criminal.
En la India Ammuar teje alfombras sin poder saber, cuál es la causa de su explotación. Su futuro no se ve, pero hasta un ciego lo podría ver: Un nuevo esclavo de la sinrazón. Muchos niños como él nacen para estar en su situación, en un mundo que no logro entender. Y cuando vuelvas a ver un tapiz sólo verás explotación.
Ammuar está llorando, Ammuar ya no es un niño, Ammuar es carne de cañón. Amarrados al fracaso, escupiendo su futuro, vomitando desesperación, van derechos a su ruina ya no existe la esperanza por la que volver a ver el sol.