Viejo mundo el caballo blanco y negro del día y de la noche atraviesa al galope.
Eres el triste palacio donde cien príncipes soñaron con la gloria, donde cien reyes soñaron con el amor y se despertaron llorando.
Un poco de pan y un poquito de agua fresca, la sombra de un árbol y tus ojos resultan más feliz que ellos, ni mendigo más probe.
El mundo: un grano de polvo en el espacio, la ciencia de los hombres: palabra, los pueblos, los animales y las flores de los siete climas son sombras de la nada.
Quiero al amante que gime de felicidad y desprecio al hipócrita que reza una plegaria.