Madrugada a las tres llega David al andén solo como lo hace siempre.
En su mirada no hay luz sólo carga con la cruz desde que partió aquel tren.
Y mientras tanto, yo canto, hasta que ella regrese. Y mientras canto, no hay llanto, estoy seguro volverá.
Nada es mejor que el tren que trae a tu amor desde el fin de los tiempos. Ella viene con mi paz y no necesito más ya estoy viejo de esperar.
Y aunque nunca llegue, siempre vive en mi, y ese recuerdo me mantiene vivo.
Con el dolor en la sien él piensa que le va bien y que esta ahorrando para comprarle un vestido a esa mujer que le dió un suave beso de adiós, aquella tarde del '86.
Y mientras tanto, yo canto, hasta que ella regrese. Y mientras canto, no hay llanto, estoy seguro volverá.
Nada es mejor que el tren que trae a tu amor desde el fin de los tiempos. Ella viene con mi paz y no necesito más ya estoy viejo de esperar.
Y aunque nunca llegue, siempre vive en mi, y ese recuerdo me mantiene vivo.