La chica de enfrente Me gusta locamente... Bruscamente, ardientemente, Con volcánica pasión. La chica de enfrente Me gusta enormemente... Pero hay un inconveniente ¡y es que no le gusto yo!
La persigo si va al cine o a la plaza. Por gustarle me desvivo, La he seguido en bicicleta, en colectivo, ¡pero corte no me da! Hasta hice de sonámbulo una noche, Recorriendo las cornisas. Y no obtuve ni siquiera una sonrisa Para mi felicidad.