Se vino de Río Grande, me imagino por qué causa; como de acero, de frío, derecho como una lanza, y en un portugués pausado, musical como gotera, decía: Eu sou eu, João Fiel, y toda su historia era.
Cuando las guerras civiles, se enganchó con el gobierno y una cinta colorada se destiñó en su sombrero. Nunca se quejó por nada, entre el polvo, bajo lluvia, a pie o a caballo; muerto de hambre, de sed, de penurias.
Pero, frente al enemigo era una terrible máquina de herir y de despenar, con carabina o con lanza; pero, frente al enemigo, aunque no entendía nada; y qué podía entender, o mataba o lo mataban.
Vuelto a la ley de la selva su facón –la refalosa– tocó tras muchos combates, y esto fue casi una norma, y esto, aunque lo callen muchos, en los dos bandos fue ley que, en esta carnicería, no estaba solo Juan Fiel.
Yo no sé si un documento o en algún parte de guerra, vivo o muerto, se le asigna realidad a su existencia, pero Juan Fiel y su sombra es la realidad secreta de tanta milonga heroica, su fondo de asco y vergüenza.
Donde la muerte sembró su agricultura siniestra, Juan Fiel, la tierra purpúrea, que pisaste, es esta tierra; donde la muerte sembró su agricultura siniestra, Juan Fiel, la tierra purpúrea, que pisaste, es esta tierra.
Juan Fiel, la tierra purpúrea, que pisaste, es esta tierra.
Coro Es esta tierra...
Compositor: Washington Benavides - Carlos Benavides