Ábreme la noche, por favor,
La tierra y su clamor,
El alma que se pierde tras de un beso,
Carga con mis culpas, mi ilusión,
Mi miedo y mi temor,
Las veces que he faltado al universo.

No sientas frío al ver si llora el sol,
Su suerte le arrebó las cinco pasos con el tiempo.

Dímelo y confiésate al amor,
Yo pienso que es mejor volar que haber vivido al ras del suelo, niño.

Cárgame con fuerzas desmedidas,
Que si hay fábricas de heridas
Ya pasé por unas cuantas en mi andar.

Háblame con voz de disco y tono
Ven y siéntate en el trono de estar vivo
Y de morirme sin matar.

Cárgame con ruidos y de ambientes,
De tu olor y tus corrientes,
Cárgame que estoy cansado del trabajo y de la gente...

Pero vuela,
Marca un número de acceso
En la ausencia y el regreso,
Para hablar de aquellas cosas,
Y tan solo, pagan besos.

No sientas miedo al ver si llora el sol,
Su suerte le arrebó siete pasos con el viento...
Dímelo y confiésate al amor,
Yo pienso que es mejor volar que haber vivido al ras del suelo, niña.

Cárgame con fuerzas desmedidas,
Que si hay fábricas de heridas ya pasé por unas cuantas en mi andar.
Duerme en el azul que nos habita,
Que dormir sin almohadita es esconder para un alma y libertad.

Sabes,
Yo suspiro de repente por tu olor por tus corrientes,
Que en verdad no estoy cansado del trabajo y de la gente..

Pero vuela,
Marca un múmero de acceso en la ausencia
Y el regreso para hablar de aquellas cosas,
Que tan solo, pagan besos